Un día de alegría e integración se vivió en el Municipio CH el pasado miércoles 16, donde los niños de las 19 escuelas de la zona participaron de una jornada recreativa en el Parque Batlle.
Las actividades comenzaron temprano en la mañana y se extendieron hasta las 16:30 con la presencia de alrededor 1000 niños que estuvieron acompañados por sus maestras y directoras.
La Secretaría de Discapacidad de la Intendencia de Montevideo propuso a los niños jugar al basquetbol en silla de ruedas como una forma de sensibilizarlos en la temática de la discapacidad, como también participar de la cuerda ciega donde los niños se cubrían los ojos con una banda. Hubo juegos a cargo de inspectores de tránsito que crearon un circuito de conducción responsable. Otros consistieron en el memory hecho de cartón, bolos con materiales reciclables, juegos con redes y cuerdas, patines cooperativos, zancos, fútbol y cocina saludable.
Se contó con la presencia del ETEA (Equipo Técnico de Educación Ambiental) de la IM con distintas propuestas como ser un juego donde los niños imaginaban que habían terminado un cumpleaños y debían depositar los residuos en los contenedores correspondientes (secos, húmedos, etc.). “Los Municipios y la Intendencia deben orientar al ciudadano de toda edad en los temas ambientales, porque tenemos el espacio público que compartimos con todos y hay que aprender a cuidar con un sentido de respeto. Lo ambiental atraviesa toda nuestra vida cotidiana y estamos poniendo el acento en el Municipio CH en el tema de la separación de los residuos”, afirmó María del Carmen Gentili al área de Comunicación del Municipio.
Por su parte el funcionario del Departamento de Inclusión expresó la importancia de “utilizar los espacios públicos como lugares de integración y apropiación. Las escuelas de niños con discapacidad se integran con las otras escuelas y juegan juntos”.
Henry Cabrera, profesor de educación física e integrante de la Comisión Cultura del CCZ 4, reunió a los chicos como forma de integrarlos y les explicó la consigna. “Jugando se aprende, no puede haber una sociedad educativa sin juego. El juego tiene muchas veces más alcance que lo académico. Se jugó por la esencia de la diversión, el entretenimiento, un medio para superarse, adquirir destrezas, aliviar tensiones y hacer amigos. No se precisa ser animador ni profesor para hacer una actividad de este tipo, hay que tener la onda de la integración, la participación, de darle una mano al compañero”.
El funcionario destacó también el rol de la policía comunitaria, ya que tuvo el papel de cuidar la seguridad pero además interactuaron con los niños en los diferentes juegos, “así perdían el miedo al policía”, expresó uno de ellos. La jornada contó con la colaboración de diferentes concejales y vecinos que se acercaron a conocer las actividades y mostraron interés en que se reiteren.
Cerca del mediodía se hizo presente la intendenta de Montevideo, Ana Olivera que conversó con los niños, las maestras y los organizadores del evento.
La intendenta manifestó que existe “un programa que se llama Montevideo Ciudad Educadora que muestra la cantidad de cosas invisibles que se pueden hacer a partir de la ciudad. Creo que el Municipio CH tiene desde hace mucho tiempo una vocación de vínculo con todas las instituciones educativas públicas y privadas, y lo que hace es generar jornadas de integración”.
En el mismo sentido, el alcalde del Municipio dijo que la institución le brinda gran importancia a la educación ambiental y los cambios de hábito en cuanto al manejo de los residuos. “Tenemos el convenio de Mi Barrio Clasifica con las escuelas de toda la zona, creíamos que como cierre del año de este programa era una buena tarea educativa hacer un encuentro con los niños de todo el Municipio”.
“Me gustó la inclusión de escuelas de niños con capacidades diferentes. Son muy importantes los juegos comunitarios o de sensibilización y también la instancia recreativa en si misma, hay muchos niños que viven en apartamentos y no tienen estos espacios libres", comentó una maestra. El cierre estuvo a cargo de un espectáculo artístico de la Tía Libi, donde los niños las maestras y los policías comunitarios participaron cantando y bailando. El de respeto fue uno de los conceptos que más enfatizó la Tía Libi, quien destacó también la importancia de clasificar, reiterando la frase “la ciudad más limpia no es la que más se limpia sino la que menos ensucia”.